Teniendo en cuenta que los libros de estilo tienen como finalidad ser una referencia para el trabajo de los periodistas donde estos pueden obtener recomendaciones o aclaraciones de dudas que se les planteen, creo que los libros de estilo deberían existir. Si bien es cierto que no generan gran demanda, pueden ser clave para la resolución de algún conflicto a la hora de publicar algo sobre lo que no se sepa muy bien qué hacer.
En un libro de estilo deben aparecer tanto aspectos de presentación de un texto (aspectos estéticos) como aspectos del modo en que desarrollar el contenido de ese texto. Es decir, por un lado las características propias de presentación de distintos tipos de textos en el ámbito periodístico explicando los distintos tipos de titulación, la distinta estructuración del texto... la forma de presentación de distintos tipos de contenido de forma oral y escrita. Y por otro lado, centrarse más en el contenido de los textos quizá basándose en ciertas ocasiones en criterios morales o éticos. Esto en mi opinión serviría de gran ayuda para hacer referencia a ciertos temas que no se sabe si es aconsejable o no mencionarlos.
Hay que tener en cuenta la importancia del libro de estilo no solo por lo que supone para la gente que trabaja en los medios de comunicación, sino para gente que no sea profesional y necesite crear un texto destinado al público. A quien el libro de estilo le proporciona información sobre que tipo de vocabulario emplear para que lo pueda entender todo el mundo. No hay que olvidar que si el tema a tratar es algo técnico será necesaria la existencia de un glosario para facilitar la comprensión del texto por parte de todo tipo de lectores.
Es importante que cada institución tenga su propio libro de estilo porque el contenido porque el contenido de éste, diferente dependiendo de la institución, es lo que aporta identidad a la información ofrecida por esa institución.
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